HOY SANTO MATÍA DOS AÑOS DE
HOSTILIDADES. UCRANIA PIERDE LA GUERRA CON RUSIA
EL VIEJO TESTAMENTO me hace sentirme
incómodo, si no decepcionado a la vista de una descripción de un dios terrible
y vengativo que se oculta detrás de una zarza y que sólo favorece a los
elegidos al que a Él, Yahvé, le viene en gana. Primera objeción: si creó al
mundo, al hombre y a todos cómo puede olvidar a los que ni están en la lista de
Shindler. También son sus hijos. Segunda idea: Dios no castiga, premia. Y
tercer concepto en torno al cual gira todo el Nuevo Testamento: Él es amor. En
ese sentido mucho me complace una definición de un cura de aldea sobre el
sacerdocio que escuché hace muchos años “Somos los administradores de la
paciencia de Dios, de la duda, el desencanto y el dolor de los hombres”. Poco
que ver con el principio de ojo por ojo y diente por diente. Al hilo de mi
objeción cabe afirmarse que tanto la guerra de Gaza como la del Zelenski contra
Rusia son dos guerras bíblicas con carácter apocalíptico inconcuso en el afán
del exterminio del otro (treinta mil muertos en Gaza a manos del verdugo
Netanyahu y “lucharemos contra Rusia hasta el último ucranio”, el predicado de
esa víbora norteamericana que repta por la Casa Blanca: Biden). A este dios le
la venganza por lo visto le gusta el genocidio, echa mano de la cultura de la
muerte y emplaza toda la artillería de costa, en su poder los medios de
comunicación audiovisual y la poderosísima propaganda. Furia bíblica. Nosotros
somos los elegidos. Exterminaremos al que se oponga con misiles nucleares.
Disponemos de refugios anti atómicos. El Eretz Israel se reserva el derecho de
admisión sólo los que tengan el vale de entrada. El Libro de los Jueces y el de
Josué estremecen por su furor sanguinario contra los moabitas. El de Ester es
la quintaesencia de la astucia y la crueldad sobre un fondo de intrigas
palaciegas y de eunucos, harenes, fiestas y traiciones. La bella hebrea Ester
se hace concubina de Aman y al final de esta truculenta historia los judíos se
vengan pasando a cuchillo a cien mil súbditos del rey Amán que era persa. Por
ende existe una enemiga endémica contra los iraníes porque a pesar de todo no
consiguieron destruir la civilización persa. Tampoco la egipcia. Sansón y los
filisteos es otra crónica de una guerra bíblica. ¿Resucitarán los gigantes? En
medio de la impase de crímenes y venganzas, guerras e invasiones el Libro de
Ruth pone cierta calma a tanto despropósito pero el Cantar de los Cantares es
un epitalamio casi porno y el rey Salomón supo sacarle partido a la vida con un
gineceo de ochocientas mujeres. ¿Cumpliría con todas su majestad? Las profecías
de Isaías, los Salmos, Job o Jeremías nos acercan al cristianismo aunque
permanezcan distantes de la poderosa revelación de que Dios es amor. En el
Nuevo Testamento el perfil de Nuestro Señor aparece desdibujado y hay algo que
se nos escapa pero esta oscuridad y laconismo de los Sinópticos forma parte del
enigma triunfal de Xto en la encomienda suprema de amaros los unos a los otros.
Para burlarse y atacar ese Testamento los cristofobos y rusofobos están ahí. Se
trata de destruir Rusia baluarte de la civilización cristiana. Es el delirio de
conquista que volvió locos a Hitler y a Napoleón y sucumbieron en la estepa.
Los nazis son demócratas en desguisa. Otros perros con los mismos collares.
Esto puede ser el fin del mundo. Según mis cálculos y estudios en mis libros,
Ucrania el granero de Europa siempre tuvo un perfil apocalíptico. Me atrevo a
advertir de ese peligro hoy día de Santo Matías cuando las noches igualan a los
días y comenzó la operación rusa aunque la guerra había comenzado en el 2014
con los disturbios de la plaza mayor de Kiev.
24/02/2024
24/02/2024
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