lunes, 30 de octubre de 2023

 ABUELO BENJAMÍN

El abuelo Benjamín era otra cosa. Casi fue el que me crió en la aldea de Fuenesoto pueblo también románico con una vega triunfal camino de los monasterios de Cardava a la cual se asomaban los somos, cañadas y eriazos. Por lo menos no me tiraba piedras cuando pisaba sus viñas que el otro estuvo a punto de deslomarme de un cantazo. Aquellas vivencias hicieron de mí un escritor, acaso un escritor iconoclasta y a redropelo del sentir general. Mala cosa llevar la contraria pero yo siempre me mantuve en mis trece seminarista fracasado pasado por el filtro de la literatura pero mi alma se moldeó en aquel seminario cuyas vivencias rememoro cuando estoy aquí postrado en la cama del hospital recién operado de la próstata. Las ideas se agolpan, quieren salir a toda prisa, pues siempre pensé y escribí a gran velocidad y me aturullo me atasco y pierdo el anhélito, vuelve el ritmo pero mi vida es un eterno combate con las ideas y los formularios volcados en palabras, angustia vital, desazón, vértigos, el vértigo del escritor que sólo se cura pufando pipadas de humo o camino de la despensa, somos propensos a criar carnes, la furia del español sentado en su sillón que se desgañita contra la injusticia contra esto y lo otro. Extraño mi cachimba que ha sido compañera de mis largas vigilias, mi ametralladora, mi “novia” y mi tormento, que a veces no me deja ni respirar. Saltan las imágenes de un lado a otro, se enredan las palabras. Viene Maite la dulce enfermera. ¿Cómo estás, cariño? Quisiera fumarme una pipa, no se puede, corazón. Dentro de un rato vendremos a hacerte una extracción, más tarde la compañera te tomará la tensión. La urraca del patio central faltaba poco para acabar de construir su nido. Las noches se hacían largas e insomnes. A la madrugada el diligente córvido seguía su labor. Pronto te darán de alta. Esto no ha sido nada. ¿Nada? Un cáncer, hoy el cáncer si se coge a tiempo es curable. Más duro lo tenías si fuese de pulmón. Era lo que temía yo, pero el tak que me hicieron revelaron que estaban limpios. Soy un fumador empedernido. El vicio lo cogí a los catorce años con un mataquintos que sabía horrible. Me vio mi padre que venía del cuartel y apagó la targanina de un sopapo. Zas.

Ando en desacuerdo con Andrés Laguna autor desconocido y al que yo he descubierto como autor críptico del “Lazarillo de Tormes” gloria inmortal de la novela picaresca y que he sacado de pila librándole del anonimato de siglos, que dijo:

 ─Se escribe por la honra pues la fama es la orla de la artes.

No señor hoy se escribe para echar los demonios fuera, lanzar pestes contra los nazis y los judíos que pueden ser consistentes en el mismo perjuicio los extremos se tocan la serpiente cambia de piel. Eso de ser escritor famoso debió de ser antaño, hogaño el vulgo vierte suspicacias sobre nosotros. Nos mira mal. Somos delincuentes y nos desprecia o nos compadece como enfermos bipolares, o adictos a un vicio tan inconfesable como el onanismo. Escribir consiste en masturbarse con palabras y eyacular proposiciones y asuntos que no son de recibo. La gente lo que quiere es que la dejen en paz, que no la vengan con historias. Tú no te pases, mira lo que te digo. El escaparatista de Arévalo un martes de mercado me largó está pregunta a bocajarro:

─¿Sigues escribiendo?

─Sí

─¿Y te la meneas? 

─¿Por qué no?, de vez en cuando

El librero Gomis un tipo un malauva el cual me ha maltratado, timado y puesto en berlina todo lo que ha querido me recibió con una frase que es todo un dardo al bandullo de un poeta.

-Tus libros no se venden, deben de ser muy malos.

-Si no los pones en el ecaparates y los tienes ocultos en la acristía ¿cómo se van a vender cacho cabron?

Le hubiera dado al librero de lance un garrotazo en los hocicos pero no estaba de nones sino de pares. Por lo demás buenas tragaderas he. En una bella mañana de octubre no merecía la pena meterse en reyertas con un hijoputa. Escribir es llorar larra dixit hay que estar dispuesto a ser crucificado y coronado de espinas cuando no de gargajos como le ocurrió a Lazaro de Tormes en la novatada de Alcalá. La desconsiceración la mala esducaciñon y el morbo visigótico o envidia es el estigma de esta nación. Tengo que confesar a mis detractores para que se calmen y no se pongan nerviosos que yo solo emborrono papel para dejar de fumar o el que se divierte con papiroplaxias o pintando monigotes. Así nos las van a dar todas en un carrillo.

El abuelo benjamín era otra cosa. Sólo me pegó una vez con el cinto. Habíamos ido a melones y nos pilló el guard Melares, quien a la noche se presentó en casa y dijo tu chico fue cogido in fraganti haciendo destrozos en la finca de la tía Piquilaya. Son cinco pesetas de multa. Ah si, bajate los pantalones, chiquito. Diez vergajos con la correa ni uno más ni uno menos. Desde entonces no se me ocurrió ir a melones, ni a peras, ni a sandías. Fueron los chicos del pueblo que me malmetieron y yo inocente de mí caí en la lazada.


Era tan inocente que me creía todas sus infamias. El Pedrete el del tio herrero, el Elpidio, el Agustín mi primo hijo del sacristán y su hermano el Maudillo, el Micha hijo del sastre que era tan pequeño que no podía con las albarquillas, el Julián el de la tía Pilar y el tío Pedro Sancha pero el más cruel de todos era Pedrete. Fue el que me encomendó la tarea de asaltar el melonar de Piquilaya.

─Entra ahí en eso, segoviano, y arramplas con un par de melones.

─Tengo miedo, mi abuelo me dice que hay que respetar lo ajeno.

─Tú ¿miedo? Eres hijo del sargento Parra.

─Yo no tengo miedo a nada

Y salté la cerca. Fue entonces cuando vi venir al Melares pegando voces y juramentos apuntándome con su tercerola. Del canguis que me entró se me cayeron los melones del regazo que no estaban maduros, eran badeas. Los otros habían puesto pies en polvorosa, me dejaron solo como siempre. Por las orejas y yo llorando como una magdalena aquel esbirro me condujo al cuartelillo, vino el juez de paz el tío Bernardo. ¿Qué ha hecho el chico? Robar melones. Vaya una educación. Que se avise al tio Benjamin Galindo. Mi abuelo el pobre estaba avergonzado y corrido de mi “hazaña”. El juez de paz era su amigo. Eran quintos, él, el tio Dominguín y mi abuelo. Nacieron en 1885. Se ufanaban de ser quintos del rey Alfonso XIII.  sentabanse en un banco de honor en el presbiterio durante las ceremonias religiosas. La noche que recibí la somanta de palos con la correa del abuelo era una noche de luna lo recuerdo bien. Al otro día tomamos el coche de línea y para Segovia.

─No podemos contigo. Así que te mando a tu padre a que te dome.

Cuando regresamos a Valdevilla la colonia militar donde vivimos mi madre me recibió con la zapatilla. Asi te comportas, dijo y me puso el culo como un tomate. Yo no tuve la culpa fueron el Pedrete y el Agustín los que me mandaron asaltar la cerca de la tia Caya. ¿Robar? Vaya un hijo. Traté de escapar y anduve perdido por los peñascales de Valdevilla recorriendo los andurriales del río Clamores llorando mis desdichas, esta vez temiendo la correa de papá. Venida la noche, llamé a la puerta de la casa que era verde y de madera de pino con mucho tiento y sigilo. Me estaban buscando. Mandó mi padre al machacante por ver si me encontraba. Pero en vez de la correa fui recibido con besos y abrazos. El sargento Parra saltaba de alegría. Hijo, hijo. Por donde te has metido, donde anduviste. Tu madre y yo creíamos que te había ocurrido algo. Me senté a la mesa. Huevos con patatas fritas. El abuelo había traido un clarete que pasaba bien al cabo de tantos sinsabores por culpa mía.

─Bebe, Silvino.

─Gracias, señor suegro, de hoy en un año.

Y tentó la bota embelesado con un largo trago. Por la provincia de Segovia los casados llaman al padre de su mujer “mi señor”. El chico es un poco mostagán pero hay que meterlo en vereda. Hay que llevarle al seminario. El dictamen del abuelo se realizó al cumplir yo once años. Había habido muchos curas en la familia. Estaba don Linos pariente suyo que ejercía el arciprestazgo de Calabazas, el P. Galo que se fue de misionero a Africa y nunca se volvió a saber más de él o don Priscilo cuñado suyo nombrado por oposición canónigo magistral de la catedral de Burgo de Osma. Tanto los Parra como los Galindo tenían fama de beatos y no existen dudas de que esta veta tan clerical y bíblica les venía de su ascendencia. Aquel rincón extremo de la provincia segoviana había sido repoblada por moros y judíos y se produjo el milagro de que Alá, Moisés conviviesen en plena armonía practicando usos y costumbres, ritos, intercambiables, diciendo ojalá cuando les acuciaba un deseo de que algo ocurriese, o pronunciando el nombre de Jesus al estornudar al besar el pan cuando la hogaza se caía de la mesa

 


domingo, 29 de octubre de 2023

 POR SAN FRUTOS ESTRENÁBAMOS SOTANA

 

Estaban colocadas con su funda y el  nombre de cada cual -en el mío ponías señor Parra... ya era yo toda una dignidad- en los recios bancos de pino que había en la sala de visitas. A los de Valladolid, pues entonces la diócesis segoviana era muy amplia y no coincidía con la división territorial por provincias, les vestía Zurita que era un sastre caro y de ideas avanzadas en lo que respecta a la vestimenta del clero y a los de Segovia, pues Blas Carpintero de gustos más clásicos. Recuerdo con qué ilusión me fui a tomar medidas a su tienda que estaba pasada la Canaleja, muy cerca del Portalón y al pie de la estatua misma del comunero Juan Bravo. Aquel hombre poseía una suavidad táctil que al cruzar el metro por la cintura o curvarlo sobre la espalda mientras tomaba con los dientes los alfileres de un acerico que portaba sobre la manga parecía que acariciaba. Me dijo curita tenemos que no soldadito ni rey de armas mientras miraba a mi padre que venía en uniforme de militar y Carpintero también cosía para los cuarteles diversos que sentaban plaza. A ver si un día te tengo que hacer la sotana de obispo.

 Era el alfayate un señor grande, huesudo con la cara muy pálida y la nariz un tanto acaballada. Esta prominencia nasal evidenciaba esa ascendencia del pueblo elegido tan importante en la ciudad que me vio nacer. La cosa venía de cinco siglos atrás.

Todos se bautizaron en masa y venían huyendo de la quema y de las luchas dinásticas de la dinastía Trastamara. La mayoría abandonando la aljama cabe la Puerta del Socorro se fueron a vivir intramuros a la zona alta. Y nos dejaron esa impronta comunera, cierta pasión por la libertad, patente religiosidad conjugada con esa afabilidad y amor a la vida que noté siempre en todos los judíos –Shakespeare que era un poco antisemita, metió la pata hasta el corvejón dejando a la posteridad el fenotipo de Shylock-, pasión por los libros y un cierto desdén por todo lo manual.

 Pero sobre todo nos dejaron una inclinación por las cosas de Dios, pasión por la mística, un prurito mesiánico, amor a la familia combinado por la tortura mental que representa el sexo para un judío. Y también el talante independiente propio de los que leen el Libro de los Libros con asiduidad y parlamentan con Dios sin muchos intermediarios.

El rasgo de los segovianos es ese talante independiente y un entusiasmo apasionado que roza el mesianismo. ¿Defectos? La zorrería y la doblez, que son artes que se aprenden cuando recibes muchos palos.

Quevedo, aunque odiaba a los genoveses, tenía el alma de converso. Eso se trasluce en el Buscón. El Lazarillo- aquí sí que no caben dudas- no debió de salir de la pluma de un cristiano viejo. Así que hubo que acomodarse y guardar al menos las apariencias. Al ganar estatus los sastres y perailes cierran su casa en la vieja judería y se van a vivir con los hidalgos.

 Por eso en Segovia, ciudad levítica y guerrera como pocas- a muchos nos recuerda Jerusalén pero con bares y mesones de buen cordero- cada casa es un castillo interior. Cada torre una alcazaba y vaya usted a saber. Fachadas de encaje. Estas torres albarranas intramuros son una fortaleza dentro de la misma fortaleza. Ciudadelas de la verdadera ciudadela.

 Quedan algunos de aquellos edificios medievales que se yerguen altivos, abroquelados centinelas del horizonte. Suelen tener en el piso superior un tendedero o sobrado ceñido por una gola o collar de encaje de piedras de granito. En cada esquina una gárgola. Casas almenadas son el palacio de los Coronel, de los Arias Dávila, de los Lozoya, los Bravo, etc.

Más ya hablé de esta particularidad y no quiero picar de pedante alargándome en este punto.

-       Pasen los alfayates

-       ¿Sastres vienen? Al infierno vamos

Tuvo que ser un sastre judío el que me vistiera a mí de talar. Acababa de cumplir los once años y embutido en aquella prenda que tenía tantísimo botón y amplios bolsos donde cabía la peonza para jugar al trompo y la chuleta de las declinaciones latinas- musa musae y dominus domini, res rei- el rosario que me mandó mi tía monja para que lo rezase todas las noches y estampas, muchas estampas para repartir a los niños de la ciudad cuando nos los encontrábamos en los paseos de los jueves, ya me sentía yo  casi un arzobispo.

        -Per áspera ad astra – nos dijo don Jerónimo el prefecto nada más llegar, pues yo de latines, aunque me sabía el Confíteor y contestaba al cura de carrerilla las oraciones del salmo 120 (introibo ad altare Dei… ad Deum qui laetificat juventutem meam etc. Una de las frases más hermosas que se pueden escuchar en boca de hombre) andaba un poco en agraz.

Comprendía que allí se iniciaba un largo y áspero camino hacia las estrellas.

        -Tú sé bueno y estudia, hijo, pero, hijo, come, no cojas frío- fue la última recomendación que me hizo mi madre cuando el primero de octubre, cuando todos celebramos la fiesta del Caudillo vino el maletero y cargó con todo mi equipo: el baúl recién comprado con herrajes nuevos y un colchón de lana que acaban de enjaretar y tundir solo para el señorito. ¡Pobre colchón¡

 Acabé con él a los pocos meses, puesto que empecé a mearme en la cama y hubo de ser sustituido por uno de borra. Cosas de la vida.

Recuerdo con ilusión aquella mañana del 25 de octubre de 1955, cálida y soleada porque parecía verano, cuando vestí por primera vez la sotana que me trajo Blas Carpintero. Fue como si se hubieran adelantado tres meses los Reyes. Nos había rapado el pelo al cero, el barbero que llegó la noche antes y acabábamos de terminar los Ejercicios Espirituales que a mí me impresionaron mucho y fueron larguísimos… eso de pensar tanto en la muerte… esos retortijones de conciencia que degenerarían en escrúpulos y que nos hizo adquirir demasiado tempranamente la conciencia de la muerte.

 Pero, en fin, el día de San Frutos era un día alegre y estrenábamos la sotana para ir a cantar a la catedral el himno… al siervo bueno y fiel que rogando sin cesar consigue bienes eternos de la infinita bondad… tararirirolá y luego seguiría él solo que aquel año se marcaría el tiple elegido. Uno que era de Cogeces y le decían Marianillo. Risas y algazaras en el patio. Voces blancas e inocentes.

A mí la sotana me estaba que ni pintada, pero al pobre Tinaquero al que se le acababa de matar el padre y tuvieron mal año se la haría una prima suya modista y claro le quedaban pesqueros por detrás los bajos y por adelante le sobraba una cuarta pobre chico. Las mangas le estaban largas y tenía que accionar los brazos péndulos como los de la muerte andando.

 Decían que las mejores sotanas eran las que confeccionaba Zurita que vestía al clero alto; a mí las de Blas Carpintero Dios lo tenga en su seno no me parecieron del todo mal.

Durante más de media hora, después de tirarme de la cama cuando sonó la campana a las ocho, me lancé por la escalera imperial bajando los escalones de tres en tres en dirección de la sala de visitas, estuve mirándome, clericalmente coqueto, en el espejo del probador. La beca y el bonete de cuatro puntas combinaban con el negro y me daban un aspecto distinguido y profesoral.

        -Pronto tendremos doctor en Teología.

        -Ojalá. Dentro de doce años cantaré misa, me iré a misiones, bautizaré a muchos negritos. Haré bien a las almas.

También se sueña despierto y rumiaba mis cábalas un poco como el cuento de la lechera, cuando no era más que un pipi, un latino, y no había empezado el largo camino de la santidad, que es una senda de abrojos, según nos explicaba el padre Mañanas, nuestro maestro espiritual.

 Como era novato e inocente, los de segundo nos hicieron la petaca el primer día y nos echaron sal en vez de azúcar en el café. Había que pagar la novatada. Un día sería sacerdote. Lo tenía decidido.

Ya había ceñido yo aquella prenda talar sobre mis lomos cuando ayudaba a misa a don Benito en Santa Eulalia o cuando era niño de coro con don Fernando Revuelta el deán que me tenía buen concepto y decía que yo no era un pillastre como los demás que tenía madera de cura y que me metiera en el seminario.

        -Si tus padres no tienen posibles, yo mismo te costearé los estudios.

Pero aquellas sotanas de las sacristías las utilizaban otros y olían a sudor de muchas generaciones de sacristanes y acólitos, y en el roquete y en el sobrepelliz aparecían chafarrinones de la cera de los cirios o quemadas por puntas de cigarro o por ascuas de incensario. Aquella sotana de Blas Carpintero era una sotana para mí solo. De uso personal. Aquella mañana del Glorioso San Frutos Pajarero, patrón de Segovia, nunca se me olvidará.

 

Et reliqua. ….Continuará

lunes, 23 de octubre de 2023

 

TOLSTOI IVAN ILLICH LA PENA DE PORTAR EL FUEGO SAGRADO

 

ESCENAS DE LA VIDA DE TOLSTOI

Tolstoi tuvo una juventud apasionada de barín (noble). A los 24 años nos lo encontramos como teniente de artillería sirviendo en el Cáucaso al zar en las guerras contra los chechenos. Como soldado fue irregular. No debió de ser el más valiente de su formación pero aquellas batidas de tierra quemada e incendios de aldeas, las cabalgadas por las montañas, el frío, las partidas de cartas en los cuartos de banderas, determinaron el germen de su novelística. Impresionaron su retina y serían más tarde material de trabajo. 

Tolstoi es un escritor caligráfico capaz de estampar en unas líneas un paisaje y describir por dentro a un personaje. Por ejemplo en la Muerte de Ivan Illich retrata el pavoroso drama de un matrimonio desvencijado con este sencillo párrafo, epítome de concisión pero que revela falta de entendimiento entre Iván y Praskovia Fedorovna. 

"Ella echaba la culpa a su marido de todos los reveses y avatares por los que atravesaba la pareja. La mayoría de las conversaciones marido-mujer sobre todo en lo que afecta a la educación de los hijos conducían a voces, recriminaciones, chillidos, insultos y palos. Quedaban escasos periodos de amor que se hacían muy breves. El matrimonio vivía en una hostilidad latente”

Praskovia no quería saber nada de literatura, vivía en su mundo de trajes, bailes, fiestas, las puestas de largos y la búsqueda de un buen partido para su hija casadera. No es capaz de comprender el terrible dolor de su esposo víctima de un cáncer. Que lleva a Illich a la tumba a los 45 años. 

La esposa no le da importancia a la dolencia del antiguo magistrado y escritor fracasado, dice que todo son nervios, que se tome la pastilla. He aquí un cuadro inexorable de la incomunicación entre los seres humanos. 

El héroe de esta novela, la más cruda surgida de la pluma de Tolstoi tuvo una muerte terrible. Estuvo en un grito durante tres días y tres noches. Dentro del dolor y la indiferencia de la casquivana Proskovia surge la lealtad y bondad del criado Gerasimo que no se separa de la cabecera del enfermo. Le acerca algún analgésico, lo tapa con la manta, le da agua y lo coge de la mano. 

Muchos lectores se verán retratados en el drama de Ivan Illich agonizantes. Se trata de un “powsti” novela corta, un canto contra el desamor y los desengaños. Parece entresacado de la vida real del autor. El cual fue infeliz en su matrimonio. A lo largo de la historia flota una interrogante.

 ¿Por qué sufrimos tanto? ¿Dios se apiada? Tolstoi padeció en sus últimos días una crisis de fe que le llevó a romper con la Iglesia. Su marcionismo esto es la duda sobre el silencio de Dios ante las guerras, las crueldades, catástrofes de los mortales, incoa la causa de su declaración como hereje por el Santo Sínodo. Sin embargo, nadie podrá negar la fuerte imbricación del cristianismo en la pluma y en el alma del gran escritor ruso un profeta de su tiempo. 

Y los profetas no suelen ser bien comprendidos por el procomún de los mortales. Vibran en otro nivel. 

Es la pena que persigue a los buenos pensadores que suelen ser desgraciados, padecen persecución, acaban en la cárcel o en la pobreza más vergonzante. Pagan la culpa de portar el fuego sagrado

 

domingo, 22 de octubre de 2023

 BOBBY CHARLTON HERO OF ONE ERA

A Gentleman in the football pitch

That was the week that was

Saturday night match

Of the day

And the news reels of David Frost

Old merry England that I knew

Carnaby street. miniskirts

The Beetles and top of the pops

Sir Robert was a man of the North

Who nwv er complaines never ezplained

Clean in the tackling

Always elegant with the ball

And cannon shots  outside the penalty area

The glorious goals

I saw him evolving and dribbling

In Old Trafford

But the great Day of Bobby s life was that Saturday afternoon

July 1966

In Wembley when he raised the World Cup 3-2 to Germany the ghost goal from Hurst, Cohen, Cooper, Bobby More, Nobby Stiles jumpig without his denture plate

I saw the big game

And Banks as a goal keeper

Good old merry England

black and white TV

In Mini raids and fish and chips

Hitch hiking in the big roads

Staunch beer, love and kisses

Parties and dancing halls

England my England

Was a dream

The paradise of my youth

A fairy tale

And Bobby Charlton was a knight

We never had it so good

Harold MacMillan said

Riding his horse from the Moors Dales

 MI ÚLTIMO DIA. MI PRIMER GRAN TEDEUM

 

Antonioparragalindo

 

“Sol de junio, un verano más”, cantaba un coplero de mi lejana juventud cuando yo cortejaba a una moza muy formal. Nunca empezábamos aquel pastel, nunca nos fumamos aquel cigarrillo  de después en el 600. Había que estar en casa a las diez. Ella habrá dejado ya de fumar, yo sólo fumo en pipa y a escondidas porque fumar ya no es políticamente correcto ni está bien quisto pero yo me digo  también los que no fuman se mueren y les dan infartos, mientras acaricio los viejos recuerdos en el estanque dorado de la memoria  y pedaleo –estoy hecho una mula- hasta Navalcarnero ida y vuelta tres leguas y pico en una hermosa tarde con el solsticio de verano casi en puertas siguiendo el viejo camino de la mesta... Esa era la ruta de los nutridos rebaños que veíamos pasar por nuestra puerta camino del sur, el morueco en medio egregio y mostrando su estatura guardiana, y a los lados los perros. Un zagal llevaba un corderillo recental a hombros y a mí recordaba la vera efigie del Buen Pastor.

 Parece que percibo el bronco ladrido feroz y aquiescente del mastín. Ya no hay mesta ni cordeles, van en camiones, pero el ojo de mi memoria los sigue viendo circular. Parece que fue ayer y ha pasado tanto tiempo. Ya han encañado los trigos. De trigo y centeno hay  hogaño un cosechón. Las vides están hermosas y ya granan las cepas. Si no se apedrea tendremos los lagares y la troje hasta los topes.

 Una collalba  me hace una reverencia y se me cruza en el camino y canta escondida entre las cepas la perdiz con voz de amor. Sol de junio. El cuclillo y la abubilla tienen un dúo, se han enzarzado en una porfía (a ver quien da la mejor nota) que enternece mi corazón de melancolías y es la orquesta de acompañamiento a este Te deum laudamus te Dominum confitemur que esponja mi corazón.

 La voz del diacono Shelapin de mi grabación de la noche de pascua pregona el canto del Querubín. Mañana es mi último día y pues me tomé un Moscoso el día 12 si Dios quiere estoy cumplido. Voy a entregar la cuchara pero no la tarja. A mi tarja le quedan todavía algunas muescas por cortar al menos eso espero y loado sea Cristo. Al menos eso espero con la venia del Panadero celestial que todo lo controla todo lo ve y todo lo designa desde ahí arriba. I hope that He spares me.

 No puedo estar más satisfecho. Gracias, Señor. . Junio trajo las rosas y la plenitud de  un ayer no consumado y yo tuve la suerte de conocer sin conocer a aquel amor. El sol, un sol que se va, refulge en el estanque dorado pero el hombre pecador a veces tira por la trocha más difícil dejando el camino real, se va por los puertos fragosos abandonando la amenidad del valle y del llano. Lo malo es que en este curso de la vida no hay repescas  ni exámenes de febrero pero todos los seis de junio se me aparecía el rostro de la querida novia (ah yo vi en Roma do es la santidad que todos al dinero facen omildad… y eminencia, nos quita  las buenas para que nos vayamos con las malas).

 El hombre no es que tropiece en la misma piedra es que es gilipollas y escoge la manzana podrida  desdeñando la más manzana y fresca. Ah todos los seis de junio una lagrima de mis ojos y una oración brotaba de mis labios en memoria de aquel amor perdido. Uno se va siempre con las malas y deja las buenas pero es ley de vida. Misterios del destino. Enigmas del mundo... regreso a casa con el primer lucero. Un traguillo del vino de Navalcarnero que era el último pueblo de la provincia Segovia antes de las extremaduras, el que bebían los pastores de los viejos cordeles a la salud de sus rabadanes, de sus amos y de sus novias, me da fuerza a mis empeños, para cubrir el tranco final. Las cuestas arriba las suba mi mulo que las de abajo yo me las sudo, digo con el refrán.

- Aprieta el culo y dar pedales y pasa hoja.

- Es lo que hay que hacer para llegar a viejos.

 Un transportista guasón me larga bocina.

-Pi. Pi. quita del medio que va va pasar la camioneta de mi papá.

-Cojonazos..

-¿Violos la tuya mujer, o qué?

-Quítate de en medio que no eres Berrendero ni Bahamontes, pensionista.

- Es que hice la mili en un batallón ciclista le contesto.

 Y me despide con un corte de manga que le devuelvo. Mañana es día escuela el último día escuela y ya brilla por el este el último lucero.

Y, esta mañana cuando por ultima vez ficho al pasar frente a las estatuas del cardenal Gil de Albornoz que se alza mitrada y eminente delante del convento de San Diego, desafiando un poco a la de Cisneros, como un rival, me acuerdo de aquella objeción que hacía el bueno del arcipreste a su cardenal de Toledo cuando quiso dejar sin mujeres al clero y sus quejas son punto de referencia de lo que ocurre en la vida. ¿Me fui con las malas y dejé las buenas, Santidad?

 No sé. Es muy difícil afirmar esas cosas tan taxativamente. Por lo pronto sol de junio, un verano más ¿y tú donde estás, donde te fuiste, amor que no fenece jamás que es puro y limpio como el brillar del lucero que avisto al bajar la cuesta de mi urba? Estas son preguntas sin demasiadas respuestas.

 Ya no puede quedar mucho trecho. Sin embargo espero que la tarja de mi existencia  se alargue un poco más.. Al llegar a viejo se ha hecho más firme mi fe y mi esperanza. El amor no muere nunca. Nos sobrepasa como el camionero fardón que por poco me tira a la cuneta un ventalle. Es el aire del Espiritu Santo. El domingo fue la fiesta de la Trinidad y vivimos todos en el gran cenáculo.. Se queda prendido en el rielar de aquella estrella. Cuando llego a casa mi santa esposa mantecosa – fue la buena o fue la mala no lo se pero es la que elegí yo, impulsado por la fuerza del sino, del destino o del fatum- se cachondea de mi al verme en shorts.

- Ya no estás para ir de ligue, tio. Con esas fachas.

- Home no, pero eso no lo decías hace treinta años que entonces bien que te gustaba el pirulí de la Habana.

- Si serás machista.

- Tú no sufras que mañana me jubilo, prenda. Hace 65 tacos  que me parió la Juani. Con seis kilos mi y medio que di en bascula a mi pobre madre no sé si la desriñoné una larga tarde de junio. El parto sin cesare duró seis horas y era el dia sexto después del D Day.

- Así sigues de gordo-dice mi mujer que ya no me echa piropos pero de vez en cuando me da alguna charla y a callar.

-In te Domine speravi non confundar in aeternum. Bendito seas Señor por esta vida. Me puedes quitar todo menos la esperanza y el sentido del humor.

HOY MI ULTIMO DIA ME JUBILO DEL ARCHIVO EN ALCALÁ. NO SOY MÁS QUE UN PENSIONISTA UN POBRE JUBILATA PERO MISIÓN CUMPLIDA Y PELILLOS A LA MAR

 LA MONJA ALFEREZ CATALINA EASO

 

Resuenan en mi memoria antiguas canciones de corro las cuales esponjan mi alma de ternura y que cantábamos los niños segovianos en la Puerta del Socorro:

Santa Teresita hija

De un rey moro

Que mató su padre

Con cuchillo de oro

Que no era de oro

Ni de plata

Era un cuchillo de hojalata

Y aquella que iba andante ma non tropo:

En Sevilla un sevillano

La desgracia le dio Dios

Que de siete hijos que tuvo

Y ninguno fue varón

A la más chiquita de ellas

La llevo la inclinación

De ir a servir a la guerra vestidita de varón

Toditos los caballeros se fueron

A desnudar

Y el caballero don Marcos se ha echado

A llorar

El rey que la estaba viendo de amores se cautivó

 No llores prenda querida, no llores, mi corazón

Que eso que tú tanto sientes

Es lo que deseo yo

El mito de la mujer guerrera pervade la historia de nuestros ancestros y ahí está la Serrana de la Vera comedia de Lope y de Tirso que se encargan de describirnos a una feroz amazona verdadero furor uterino al acecho de todo varón que pasa lo aprehende y se lo lleca para la cueva, lo da de cenar entre huesos y calaveras. Les hace el amor y luego los liquida. Una mantis religiosa en forma de mujer una verdadera devoradora de hombres. “Ha pasado un soldadito licenciado ya va para su tierra” él se huele la tostada asiste a la primera y segunda parte del festín la rica cena y el connubio pero no a la tercera. Huye y la serrana de la Vera, con la honda a la cintura y terciada la escopeta, LO PERSIGUE, le lanza una ráfaga que se lleva el sombrero. El clamor de la serrana y los gritos que pega resuenan por todo el valle: “Vuelve, vuelve soldadito, vuelve por tu montera”… “No señora no me paro que mis padres que son muy ricos me comprarán otra nueva”

En este contexto de la mujer guerrera se sitúa el caso de doña Catalina Easo con puntas y señales de ucronía, comedia picaresca y lances increíbles de capa y espada. Parece ser que fue un personaje real que dio lugar a un mito. 

Nacida en San Sebastián c. 1595 hija natural de un noble donostiarra. A la edad de cuatro años  es ingresada en un convento de dominicas pero a los dieciocho a punto de profesar tiene una bronca con la maestra de novicias, se tiran de los pelos y queda la pobre sor que era ya vieja maltrecha, temiendo el castigo la postulante  escapa vestida de hombre a la Corte, de allí a Sevilla donde se embarca hacia el Nuevo Mundo militando en el ejercito que pelea con los araucanos de don Pedro de Valdivia. Al morir éste en una emboscada huye al Perú. Aficionada al alcohol y al juego recorre todas las timbas de Bogotá y Potosí el Cuzco. 

Pero nunca lo lupanares. Es de genio muy vivo y no aguanta pencas de nadie. Jugando al rentoy uno le llama cornudo ella tira de espala yu lo hiere de muerte. Se libra de la horca acogiéndose a altana esto es refugiándose en el convento de San Francisco de Lima. El regidor que era paisano suyo y al cual habla en vascuence le otorga un salvoconducto para ir a ver al obispo y le cuente quien era cómo es que había llegado a alférez o abanderado (los abanderados tenían que tener gran talla, iban delante de la hueste al entrar en combate). 

Ella/Él confiesa al prelado ser mujer. Éste manda ser reconocida por unas matronas que la encuentran virgen e intacta. No era una hermafrodita, ni un marimacho, sino que había nacido así con tal inclinación a la homosexualidad. En sus largas correrías esta vasca de armas tomar rechaza el matrimonio con buenos partidos. El regidor de Arequipa, considerando a la alférez un buen partido pretende darle la mano de su hija. Y el de Cochababamba se enamora de él/ella pero doña Catalina huye. 

Recorre toda la América hispana de cabo a rabo desde Nueva España hasta la Patagonia al frente de saus banderas. Cuenta cómo entre los hombres que hicieron la conquista surgen bandos y facciones que determinan peleas a muerte, cosa habitual entre españoles. Pero a pesar de ser su caso carne de cañón para cebar el monstruo de la Leyenda Negra esta española de Euscalerría se proclama católica a machamartillo y española de los pies a la cabeza. 

El libro de su vida parece apócrifo escrito por un anónimo en el siglo XVIII que lo copió al francés basado en hechos reales: su Nacencia, su profesión religiosa, sus correrías que van desde Madrid a Roma donde va a besar el pie al papa  y Urbano VIII le da licencia para vestir de hombre. 

Un extremo que a muchos historiadores parece ridículo de todas, todas. Sacamos en consecuencia de la lectura de tales disparates que son una exaltación de la mujer en estos tiempos feministas, y de lña virginidad de Catalina. Eso ya cuadra menos con el espíritu del siglo XXI. 

Parece ser que nació entera y se fue intacta para el otro mundo a pesar de su azarosa y disparatada vida. Los cronistas sitúanla en México arreando mulas pues la hicieron acemilera. Iba de recua orillas del Rio Grande donde murió. Era la suerte de los veteranos de guerra, la mendicidad, galeras o convertirse en aperador de las rutas diversas. Los más afortunados entraban en religión pero parece ser que a Catalina no le gustaba el convento.

lunes, 23 de octubre de 2023

 

 

lunes, 16 de octubre de 2023

 SONSOLES ONEGA PREMIO PLANETA NOVELAS A CAÑONAZOS

Un herrerillo en mi ventana

Me saluda con el canto de su adiós

“mañana parto hacia el Atlas”

Aves cursoras no necesitan pateras

Para llegar a su destino

Curso natural de las cosas

Consulto a los arúspices y el Holguín del edículo

Prorrumpe en una retahíla de calamidades

Que se nos vienen encima

Presura y congoja de los oprimidos

Hambres, guerras, invasiones mafias, y escritoras del toco mocho

Y ahí está la Onega con nombre de lago ruso

Con su flamante premio Planeta

Entre las tetas

La noche del Día de Santa Teresa la judía conversa

¿De dónde sacará esta radiante muchacha chiquita pero matona

Guapilla, que no belleza, y melena con recorrido, recado para escribir?

Hay algunas que se las tienen tiesas

Hija de un periodista fascista

Que cambió de chaqueta

El incensario que no cesa

Panegíricos a Franco

Y más tarde al asesino de Paracuellos ternezas

El cual de tanto trepar tornose hiedra.

Sonsoles hizose feminista amiga de la princesa

Y tierna casa en Londres

Va y viene, viene y va

Por lo que pueda pasar

Rosón de Lugo lo trujo

He Aquí un premio a cañonazos

Duro como una piedra

Infumable, inasumible, imponderable, detestable

¿Tiempo para escribir con lo dura que es la pagina en blanco

Si ella es la emperatriz del mundo rosa, de dónde lo sacará?

Pues va y viene

Viene y va

Ahí va

Tanta es la ambición en en este país que todas quieren estar en misa y repicando

Debe de haber parido sui novela a cañonazos

Yo es lo que digo:

Zapatero a tus zapatos

Ay Lara, Lara, ¿qué fue de ti?

sábado, 14 de octubre de 2023

 

ODIO HABUERUNT ME GRATIS

 

Guerras y aflicciones

Rezo por los difuntos

Me duelen los heridos

Los niños desamparados

Las mujeres que lloran

Gaza en el día de la desolación

Tanta vesania no la manda Dios

Todos somos rehenes de la culpa

Uso y peruso los paralipómenos

Teoría estética que despierta

Los recuerdos

David contra Goliat

Pongo al servicio del Señor mis días

Asumiendo las plegarias de la vejez

En agradecimiento

Por mis días sufridos y gozados

No entiendo el nuevo lenguaje

Que llaman tacotal tecno talk

De las computadoras

Me quedé en los calepinos

El vino y las jotas de ribera

Siento que mi mundo se vino abajo

Móntate, hijo, en el tranvía de la Variable

De veras te lo digo hazme caso

Odio habuerunt me gratis

Los que me deshonraron

Pierden el tiempo

jueves, 12 de octubre de 2023

 

LOPE DE VEGA ESCRITOR IRREGULAR

En el siglo de Oro español se denominaba a cualquier cosa que tuviere calidad con una rotunda frase: Es de Lope. Escribió demasiado y sin reposo. Era un impulsivo para todo, para el entusiasmo, para la decepción, para el amor y el desamor. Para el lirismo y la ordinariez. Sus arrebatos místicos y arrepentimientos duraban poco. Amoríos a montones con damas galantes de la corte, duquesas y marquesas se compaginan con novicias, mozas de partido o fregonas, lavanderas del Manzanares (sus ninfas) y labradoras de Getafe. A todas ellas las oculta con un nombre mitológico: Lucinda, Euridice, Marfisa, Antandra, Ismenia. Era un escritor del barroco de una fecundidad prodigiosa. En un día escribía una comedia. En horas veinticuatro pasaron las musas al teatro. Su poesía lírica a veces resulta arrebatadora y sublime. Pero bastante de sus sonetos caen en el tópico y resultan deplorables. Parte de sus dramas y novelas hogaño resultan impotables para el lector de del siglo XXI.

Arrepentido de sus devaneos de juventud, se ordenó sacerdote y perteneció a la clerecía de San Sebastián en la calle madrileña de Atocha y ya de viejo parece ser que encontró el amor de su vida una tal Marta de Nevares. Cuando el Fénix de los Ingenios falleció se metió a monja. También era un patriota protegido por la Casa de Alba. Hoy tanto las feministas como los cantonalistas del separatismo lo mandarían a galeras y en galeras anduvo embarcado en la Invencible. Una galerna le arrojó a las playas de County Cork en Irlanda y regresar a la patria.

Misógino y machista trata a sus adoradas como un objeto sexual. Se enamoraba de todas: solteras, casadas, doncellas, jóvenes y viejas. Hombre lábil y de una vitalidad portentosa. Lo plasman sus escritos.

Si Quevedo consideraba al matrimonio infierno portátil esto dice de ellas Lope de Vega “es la mujer lo mejor y lo peor, su vida suele ser y su regalo, su muerte suele ser y su veneno, cielo a los ojos cándido y sereno que muchas veces al infierno igualo, es un ángel y a veces una harpía, quiere bien y aborrece, es como una sangría que da salud y a veces mata”

Dicho esto, sin embargo, nadie podrá negar su dominio del idioma y la calidad de sus metáforas. Su facundia le conduce a la sátira y sus jocundas invectivas contra los poetas chirles como en su epístola al Contador Barrionuevo, un converso… ªpan de Sevilla regalado y tierno masado por alguna penitenciada con coroza que os quisiera por yerno que aborreces el tocino español marrano de la sierra de Aracena do huyó del mundo Arias Montano, eres bizcocho de galera y la zupia que bebe la canalla”.

Sabía insultar y conoce la intrincada jerga marinera del galeón en que se embarcó de la Armada Invencible. Pone estanterol, cureñas, mesanas, trinquetes, pañol de popa, toldillas, grumetes, serviolas, cómitres, arráez y golpe de rebenque. Abajo en las galeras remaba la chusma.

 El contador Barrionuevo administraba los gastos de la Armada. Deinde, los vitriólicos ataques a la gente de su raza. “Mas, no hay corte como la mar. Todo lo olvida cuando la nave se va a pique.

13/10/2023

 

domingo, 8 de octubre de 2023

 OCTUBRE MES DEL ROSARIO

Entro por la sacristía, salgo por el campanario

A darle los buenos días a la Virgen del Rosario

Octubre mes dulce

Prolongación del verano

A la noche la chaqueta

Voy desgranando avemarías

Por los dulces campos de la Despernada

Colmados los trojes

Ya tienen cascabillo las bellotas

No me quejo de nada

Miro los ojos misteriosos

Del icono de la Virgen María

Que me mira como un pasmo

Cuando regreso del paseo

Cuelgo la garrota

Los demonios salen de estampida

Sol de tarde rayos oblicuos

Al ver a la Mujer que hollará al dragón

Bajo sus plantas

Y yo me pongo a cantar el Akazistos

Percibo de una voz lejana

Que retumba entre los cielos

Siete de octubre

Lepanto

Es el signun temporum

La mala hueste dice que somos campana sin badajo

Pero aún quedan redaños

Aunque dicen que en la solana

El que más miente más gana

El toparca señor de horca y cuchillo

Afila las hoces

Hay mucho solipsismo

Yo, yo y yo

Escaso heril el mío

Poca ganancia la literatura

El bestia del Gomis ayer en la Cuesta Moyano

Librero sin compromiso

 Me espetó

Que mis libros no valen

Nada. no los quiere nadie.

pues bueno

no estuvo la miel hecha para la boca del asno

Vine llorando todo el camino

Porque escuchaba el triste canto del búho

Madre del Consuelo ruega por nos

Soy villano en su rincón

 

domingo, 8 de octubre de 2023

viernes, 6 de octubre de 2023

 

SEIS DE OCTUBRE SAN BRUNO MONJE ALEMAN QUE FUNDÓ LA CARTUJA

 

SAN BRUNO HERMANO MORIR TENEMOS. HERMANO YA LO SABEMOS. Algunas consideraciones en la fiesta del glorioso san Bruno

 

Sile et psalle, cállate y canta; la advertencia del Eclesiastés adoptaronla los cartujos por norma de vida. Sólo hoy en la fiesta del glorioso san Bruno se les permite a estos monjes ir al locutorio y hablar. 

Es una de las órdenes monásticas que más gloria dieron a la iglesia latina. Su fundador un alemán canónigo de Colonia y preboste de la catedral de Reims un hombre abroquelado en la consistencia alemana y el saber hacer francesa, abandonando las intrigas de la política vaticana o el discutinio incesante de los maestros de la Sorbona Pedro Abelardo y Berengario, con seis discípulos suyos se retiró a un sitio escarpado e inaccesible de Grenoble y allí construyeron un monasterio 1085 el cual sigue funcionando al día de hoy. 

En la Cartuja de Miraflores Burgos tampoco faltan vocaciones, mal endémico de la iglesia de occidente. ¿Cuál es el secreto? Psile et salle canta a las maravillas de la creación, contempla las estrellas, aprende que el hombre pasa pero Dios no, toda una receta para curar los males de nuestros tiempos con tanto político parlanchín, con tanto obispo que no sabe lo que dice aunque diga lo que no sabe, tanto chanchullo, tanto cabildeo, tanto mentir. Vanidad de vanidades. 

Hermano morir tenemos, hermano ya lo sabemos. La guadaña de la muerte no para de segar la hierba, el almiar de la muerte continua acumulando cabezas. 

Mira hombre, insensato, tu pequeñez, no eres nada. Alza los brazos en contemplación, canta y reza, Dios está arriba, controla tu lengua.

 Es admirable la receta de Bruno de Hartenbusch paradójicamente para vivir mucho (nada desdeñable para la gente de nuestros días cuando de lo que se trata es de alcanzar la edad provecta). 

Los miembros de esta orden suelen acabar sus días ya centenarios. Una anécdota se cuenta al respecto. El papa Alejandro VI convocó a una comisión de cartujos para suprimir la dureza de la regla cartujana, no prueban la carne, comen una vez al día y ayunan a pan y agua todos los viernes del año, el más joven de los emisarios tenía 96 años, el resto pasaba de los cien. 

Por ende, se explica Cartuxia never reformata quia numquam deformata (la cartuja nunca se reformó por jamás se deformó). Viven en celdas individuales y todos han de tener un huerto la única colación la reciben de manos del hermano utilero por torno, sólo se juntan para las vísperas a media noche u para la misa conventual mañanera. 

San Bruno fue un clarividente adopta las normas del monaquismo oriental eremita y del occidental pero su Regla no se relaciona ni con la san Basilio, san Bernardo porque en el cister la vida conventual siempre van juntos para rezar para trabajar e incluso dormir dio lugar a muchos problemas, o san Benito con su voto de asiduidad, no pueden cambiar de monasterio. 

Bruno sí cambió llamado por su amigo el papa Urbano II fundó la famosa cartuja de Calabria. Alegrémonos en su fiesta y roguemos al santo que nos libre de todos esos males desencadenados por la locuacidad excesiva, verdadero flagelo a día de hoy por las redes llamadas sociales, las cuales, sin menoscabo de sus admirables consecuciones tecnológicas, en el afán de comunicar incomunican. 

La gente en medio de la digitalización triunfante no para de darle al dedito.

  ERREJÓN METIO LA REJA Y AL PÁJARO EN EL INFIERNO Errejón mete la reja, menudo lío que armaste, tío. Está el gallinero sublevado, cacarean ...